Sonidos mágicos es un taller de música y musicoterapia dirigido a bebes de 0 a 3 años de edad junto con al menos un adulto.
Es en esta edad donde tienen la máxima potencialidad para adquirir aprendizajes, adquieren la base de todos los aprendizajes básicos: aprenden la base de las relaciones sociales, el control motriz, el lenguaje, el habla, el autocontrol, la conciencia del cuerpo, la conducta, los límites, y un largo etcétera.
También es un intervalo de edad donde se pueden detectar ciertas capacidades o necesidades especiales.
Este proyecto permitirá también por tanto valorar y promover el desarrollo musical en niños con dificultades múltiples y severas de aprendizaje.
Objetivos Generales
La estimulación precoz tiene como objetivo proporcionar experiencias de aprendizaje que faciliten este desarrollo desde la edad más temprana. Una forma de estimular y potenciar estas experiencias sería musicalmente.
Poner la semilla de la música en la vida de los niños lo cual significa:
– Respetar y potenciar los sonidos producidos por el niño.
-Facilitar utensilios sonoros, juguetes de sonido, coplas y canciones, obras grabadas… enriqueciendo su propia producción sonora.
-Propiciar un paisaje sonoro agradable y de bienestar que facilite el aspecto comunicativo-relacional y favorezca un óptimo desarrollo auditivo.
-Estimular el descubrimiento del entorno sonoro y crear un entorno en el cual todos somos protagonistas.
A través del movimiento, las canciones, las rimas, los cuentos musicales, los juegos rítmicos se busca el desarrollo de habilidades musicales así como también la concentración, la sensibilidad, la disciplina, la autoconfianza y la seguridad.
Objetivos específicos
La estimulación musical temprana se sitúa en uno de los niveles más imprescindibles de actuación, pues con la música ofreceremos estímulos de diversa índole, tanto externos como internos, físicos y afectivos.
Con la estimulación musical temprana se pretende sobre todo:
-Estimular el tono y el control muscular y el ritmo cerebral.
-Facilitar el movimiento, la coordinación, el equilibrio y los desplazamientos gracias al pulso y al ritmo de la música.
-Favorecer la capacidad de atención y concentración.
-Fomentar el desarrollo del lenguaje y la capacidad memorística.
-Desarrollar la afectividad y la inteligencia emocional, así como el autocontrol.
-Fomentar la socialización, el trabajo en grupo, la empatía, el juego y el amor por la música.
En conclusión, la intervención musical temprana favorece procesos cognitivos multidisciplinares.